Semillas de ajonjolí o sésamo

Su extraordinario aporte de calcio y hierro, así como sus beneficiosos ácidos grasos poliinsaturados, hacen de esta semilla uno de los elementos estrella que no deben faltar en el armario de la cocina, sobre todo teniendo en cuenta su magnífico sabor.

Las semillas de sésamo provienen de una planta originaria de África e India, aunque en la actualidad se cultivan diferentes variedades alrededor de todo el mundo, sobre todo en América Latina. Además, se trata de un alimento muy versátil, pues se puede consumir tanto la semilla y su aceite, como una gran variedad de productos que podemos elaborar en casa fácilmente a partir de este minúsculo manjar.

Propiedades nutricionales

Las semillas de sésamo, pese a su diminuto tamaño, son muy nutritivas: son ricas en ácidos grasos insaturados (como lecitina, omega 6 y omega 9), fibra, contienen antioxidantes, proteínas vegetales, vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, B9, E, K y minerales como el calcio, magnesio, fósforo, zinc, silicio, cobre, boro, potasio, hierro, yodo y selenio.
 
Destaca por su alto contenido en calcio (675 mg), hierro (9 mg) y zinc (5 mg). Como sabes, el calcio es fundamental para los huesos y dientes, el hierro ayuda a prevenir la anemia y el zinc previene la infertilidad masculina.
 

Beneficios

  • Protegen el sistema cardiovascular gracias a sus ácidos grasos poliinsaturados que mejoran el estado de las arterias, provocando una menor incidencia de hipertensión, infarto de miocardio, angina de pecho, etc.
  • Mejora el estado de las personas diabéticas. Según algunos estudios, como el publicado en Journal o Medical Foods, el consumo regular de aceite de semillas de sésamo reduce la presión arterial y el nivel de glucosa en diabéticos hipertensos.
  • Mejoran la depresión gracias a su extraordinario aporte del aminoácido triptófano, precursor de la serotonina, que controla el estrés, la ansiedad, el insomnio, la depresión y la falta de energía.
  • Previenen la osteoporosis, gracias al importante aporte de calcio que supone el consumo regular de semillas de sésamo.
  • Nos mantiene jóvenes. Sus vitaminas y minerales antioxidantes mantienen en plena forma el sistema inmunológico y combaten la oxidación.
  • Protegen el aparato digestivo, gracias a la acción de su fibra (mucílagos), protegiendo las mucosas e impidiendo la aparición de irritaciones (gastritis, acidez, etc).
  • Mejora la salud bucal. Según el ayúrveda, medicina tradicional hindú, dejar unos minutos aceite de sésamo en la boca previene la formación de caries, gingivitis, placa dental y mal aliento.

Cómo consumirlas

  • Las semillas de sésamo han de abrirse antes de comerlas, ya que si no, el organismo las expulsará tal y como han entrado, es decir, sin aprovechar sus muchos nutrientes. Para ello necesitarás un mortero japonés. Los morteros japoneses no son lisos, sino que tienen unas pequeñas estrías para moler y abrir los granos y semillas. Una vez despedazadas, ya las puedes incorporar a cualquier plato.
  • Cómelas al poco de haberlas molido. No es necesario que las muelas cada vez que las vayas a comer, puedes moler cierta cantidad y guardarla en un recipiente de vidrio durante unos días. Pero procura no guardar mucha cantidad durante demasiado tiempo porque si no se enranciará. Elabora una cantidad que te sirva para el consumo de una semana, más o menos.
  • Se pueden añadir crudas (molidas) a cualquier guiso, ensalada, yogur, muesli, etc.
  • Otra opción es tostarlas ligeramente en una sartén sin aceite, hasta que cojan un poco de color o hasta que empiecen a saltar como las palomitas. Luego muélelas. Su sabor cuando están tostadas aumenta considerablemente y le dará un toque diferente y exquisito a cualquier plato.
  • Otra forma de aprovechar sus propiedades es consumir regularmente aceite de sésamo, en las ensaladas, por ejemplo. Es muy importante que elijas un aceite de alta calidad, de semillas crudas prensadas en frío y, a ser posible, en una tienda de productos biológicos.
  • El gomasio es un condimento muy utilizado en japón que consiste en elaborar una pasta (seca) en la que se mezclan diferentes proporciones de semillas de sésamo molidas y sal marina. Podrás utilizar esta mezcla como condimento en cualquiera de tus platos.
  • El tahini es otro de los condimentos típicos. Se elabora mezclando semillas de sésamo molidas con agua hasta conseguir una textura cremosa a la que puedes añadir otros condimentos y utilizar en forma de salsa o para untar en el pan.
Hasta la próxima publicación......
 
¡A tu salud!

Fuente: www.vidanaturalia.com, www.natursan.net, www.ecoagricoltor.com

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